Marzo 2017
The paradaise is not so far
The paradaise is not so far
Así es y así lo hemos sentido
¿Te quieres creer que el norte de Mallorca tiene zonas perfectamente comparables a Maui?
Al menos así lo sentí yo ya que he estado en ambas islas.
Una furgoneta camper fue nuestro medio elegido de transporte. Nos encanta sentirnos caracoles.
Como siempre sin rumbo fijo, nada más que algunas indicaciones de conocidos y amigos, nos dirigimos con la lluvia balear como telón, hacia Cabo Formentor
La carretera en si ya nos descubre parte de la belleza del lugar. Incluso me recordaba a imágenes de Gran Bretaña, dónde la bruma, niebla, nubes acariciando las montañas, un viento que parece desmontar nuestra Peugeot de más de 15 años y esa fina lluvia que todo cala
No era lo esperado, pero si lo soñado.
Como siempre sin rumbo fijo, nada más que algunas indicaciones de conocidos y amigos, nos dirigimos con la lluvia balear como telón, hacia Cabo Formentor.

De todos los lugares que he pisado en mi vida, siempre me acordaré de aquellos dónde me he imaginado viviendo. Y en esta isla, así es.
Sa Calobra y su barranco fluvial que alimenta el Mediterráneo es simplemente asombroso. No podemos recorrerlo, pero sabemos que volveremos. Para esto y muchas actividades más.
Sierra Tramontana será conquistada por nuestros pedales….eso esperamos!!!
Dormir es importante. Hacerlo dónde y cuándo te apetece, es una experiencia inolvidable.
Ciclistas europeos inundan las magníficas rutas que unen mar y montaña en desniveles de vértigo en muchas ocasiones. Es espectacular. La cuna de los amantes de las dos ruedas con un clima envidiable casi todos los meses del año.
Sóller y su puerto. Un encantador tren de época, tallado en madera, comunica estas dos poblaciones. Si, lo sé, un encantador de turistas, pero es que es difícil resistirse a no sentir esa brisa mientras contemplas grandes mantos verdes, cosidos a colinas que se alzan a nivel de mar. Nos hemos enamorado de Mallorca y todavía no hemos dormido en Cala Sa Calobra.

Consumimos estos tres intensos días con una visita a las Cuevas de Camapanet. Una obra de arte forjada durante más de mil años. Estalactitas y estalagmitas decoran esta caverna ancestral. Su creación es lenta, perfecta y espectacular a los ojos humanos. Mentiría si no hubiera deseado llevarme de recuerdo una de esas formaciones calcáreas a mi casa. Soy humano J.


Para finalizar, Palma nos recibe al atardecer. Un paseo, un mojito, un café. No vemos el momento de marcharnos. El avión nos espera. No queremos despegar.

¿Nos ha enganchado esta isla?
Definitivamente sí.